viernes, 27 de febrero de 2015

Canciones para después de una guerra


Esta película documental del director Basilio Martín Patino consigue construir una crítica implícita del régimen a través de un inteligentísimo montaje de imágenes de archivo y canciones de la época. La película se realizó clandestinamente en 1971, pero no se estrenó hasta 1976, tras la muerte de Franco.

sábado, 14 de febrero de 2015

Elizabeth Siddal

Retrato de Elizabeth Siddal,
Dante Gabriel Rossetti, 1855.
El día 11 de febrero no pude escribir este post, pero lo haré y lo publicaré hoy. El 11 de febrero de 1862 murió Elizabeth Eleanor Siddal. Seguro que la mayoría la reconocería, aunque no podría ponerle nombre. Ella fue una musa para los pintores prerrafaelitas, quienes la inmortalizaron en numerosas ocasiones en sus obras. Ella es la "Ofelia muerta" de John Everett Millais.

Ofelia, John Everett Millais
Precisamente, posar para este cuadro obligó a que Elizabeth permaneciera durante horas posando en el interior de una bañera lo que, según la mayor parte de los testimonios, le acabó produciendo una enfermedad y debilidad física que le acompañaría hasta su muerte. La vida de Elizabeth, fue una vida marcada por el sufrimiento, soportando las continuas infidelidades de su pareja, el pintor Dante Gabrielle Rossetti, un aborto debido a su debilidad física, y aquejada de dolores que solía aliviar con láudano, que finalmente, le llevó a una muerte por sobredosis, probablemente intencionada.

Beata Beatrix - Dante Gabriel Rossetti (1872)
su esposo Rossetti la pintó como la Beatriz de Dante. ( Como Rosetti se llamaba Dante, para él Lizzy era su Beatriz). En sus manos, flores que aluden a su muerte por láudano.
Dante Gabriel Rossetti Regina Cordium, 1860


 Hay una serie del 2009 sobre la vida de Rossetti y Elizabeth llamada "Desperate Romantics", no la he visto aún, así que no puedo decir que tal está, pero seguro que nos ayuda a aprender cosas nuevas sobre arte, y eso siempre está bien.


sábado, 31 de enero de 2015

Mari Bárbola, la mujer que amó a Velázquez


Pues tras año y pico con el blog olvidado vuelvo aquí con la historia de una pequeña mujer que me ha conmovido.
Maribárbola es la menina deforme que aparece en el inmortal cuadro del pintor. Amiga de las infantas de la Corte, sufrió mucho al sentirse atrapada en su propio cuerpo.
Velázquez la eligió entre los 40 enanos que vivían en el Alcázar de Madrid. Era de origen alemán y sirvió a la condesa de Villerbal y Walter. Era prácticamente analfabeta y nunca se miraba en los espejos.
Casi todo el mundo identifica su rostro, pero son pocos los que saben que la enana del cuadro de Velázquez, Las meninas, se llamaba Maribárbola. Ante el candor y belleza de la infanta Margarita, la armoniosa dulzura de las meninas, María Agustina Sarmiento e Isabel Velasco, destaca la fealdad de la enana que, seria y desafiante, nos mira posiblemente avergonzada de su deformidad. Ella fue la elegida por el pintor. ¿Por qué Velázquez se fijó en Maribárbola y no en cualquier otra? Tal vez porque sentía por ella cierto afecto.
Cuentan que la enana pasaba muchas horas en el taller del artista observando cómo trabajaba, y escuchando muchos de sus comentarios sin poder decir nada: «Me hubiera gustado tanto ser distinta.No sabes como deseé recibir educación. Pensaba que leer libros tenía que ser apasionante. Sólo conseguí, después de muchos esfuerzos, escribir y leer con dificultad, gracias, ya te lo he dicho, a don Diego, y también porque muchas veces acompañaba, en sus lecciones, a la Infanta doña Margarita. Carecí de formación no por ser enana, sino porque mi familia no disponía de recursos de ningún tipo y además en mi mundo nadie se preocupaba de eso...».

No sé vosotros, pero yo quiero leer en cuanto pueda el libro de Mª Teresa Álvarez "El secreto de Maribárbola"

miércoles, 5 de febrero de 2014

La Cenicienta Egipcia



En un pequeño pueblo del Bajo Egipto vivía una joven de veinte años cuya belleza se asimilaba a la de una diosa. Su nombre era Nitocris.
Le gustaba ayudar a su padre que trabajaba como escriba de rebaños, contando cabezas de ganado y evitando las discusiones entre los ganaderos. Nitocris sabía leer, escribir y contar, y cuando su padre se jubilara, le sustituiría.
Todos los chicos del pueblo y de los alrededores deseaban casarse con Nitocris, pero ella sólo compartiría su vida con un hombre al que amara con todo el corazón. Los jóvenes seguían insistiendo pero ella los rechazaba tajantemente. Su padre se extrañaba, incluso le proponía casamiento con el apuesto hijo del alcalde, pero ella no podía soportarle.
Sus padres sólo deseaban la felicidad de la hermosa joven:
- Nitocris, solamente tú puedes elegir al hombre al que amarás como esposo.
La tarde estaba soleada y Nitocris salió a darse un baño al canal pensando que a esa hora nadie la molestaría. Se quitó las sandalias, se desvistió y se metió poco a poco en el agua que gozaba de una temperatura deliciosa. Estuvo nadando durante mucho tiempo.
Por allí cerca, los chicos cazaban o jugaban a la pelota. Cuando la joven volvió hacia la orilla, un chico le hizo señas con la mano ofreciéndole su ayuda para salir del agua. Se trataba del hijo del alcalde, que muy orgulloso, armado con un arco y unas flechas, le regalaba una liebre que había cazado.
- No quiero tus regalos. ¡Aléjate de mi! – dijo Nitocris.
- ¡Ni hablar! Deseo hablarte. Sabes que yo seré tu marido – contestó el joven.
- ¡Jamás! ¡Nunca me casaré contigo!
Nitocris se fue en busca de sus sandalias, cuando escuchó el ruido de un aleteo. Un halcón bajó hacia el suelo a gran velocidad cogiendo una de sus sandalias con sus garras, y de nuevo subió al cielo.
Cuando el hijo del alcalde tensó su arco apuntando hacia el halcón, Nitocris gritó:
- ¡No tires! El halcón es el animal sagrado del dios Horus, el protector del faraón. Nadie puede matarlo.
El joven se fue muy avergonzado por su acción.
Un poco más tarde se celebraba el consejo de ministros presidido por el faraón en el jardín del palacio. El rey (este faraón algunos consideran que fue Micerino, y otros dicen que fue un faraón bastante más posterior llamado Amasis II) continuaba soltero y esta situación no debía alargarse más. La Regla exigía que reinara junto a él una gran esposa real, pero ninguna le interesaba.
Estaba pensativo y no prestaba atención al ministro, cuando de repente, el halcón se abalanzó hacia el rey dejando caer algo en sus rodillas. Se trataba de una sandalia, la más bonita que jamás había visto. Rápidamente hizo llamar al jefe de guardia, y se dirigió a él enérgicamente:
- Envíe a sus hombres a todas las ciudades y pueblos y ordene que todas las muchachas se prueben la sandalia. ¡Encuentren a su dueña!


El hijo del alcalde iba hacia la casa de Nitocris, cuando vio a dos guardias cumpliendo el encargo del faraón. No dudó en preguntar qué ocurría, a lo que le respondieron amablemente. Sólo les quedaba visitar la última casa del pueblo que se encontraba al final de la calle. El chico, al reconocer la sandalia de Nitocris, trató de evitar que la encontraran. Pero en ese momento, la muchacha salió de su casa portando un ramo de flores de loto. El guardia, al verla, quedó impresionado por su belleza, y al probarle la sandalia comprobó que era suya.
Nitocris atravesó los inmensos jardines de tamariscos, sicomoros y palmeras, llegando a una enorme sala del palacio. El suelo estaba decorado con azulejos en forma de lotos y en las paredes se representaban preciosas pinturas con escenas de caza. Allí, en su trono, estaba sentado el faraón de Egipto.
La joven se arrodilló ante el faraón como muestra de admiración y respeto. El rey, portando sus insignias reales, la tomó de la mano ayudándola a levantarse. Admirado por su belleza, el faraón le calzó la sandalia que le había hecho llegar el halcón. Nitocris era la esposa elegida por los dioses, y ella se había enamorado del faraón.


Esta es la leyenda de Nitocris contada por Estrabón y en la que se basó la Cenicienta. La versión de otros autores, entre ellos la poetisa griega Safo, es prácticamente igual, sólo que en lugar de un halcón, la sandalia se la arrebata una golondrina.

En la realidad Nitocris fue una Reina de la VI dinastía egipcia. Es la primera mujer considerada oficialmente faraón, pues su nombre figura en la lista real del Papiro de Turín, aunque su existencia continúa siendo incierta. Hubo otras listas que fueron probablemente destruidas y tenemos constancia de que, antes de Nitocris, Meryt-Neith ejerció el poder supremo durante la I Dinastía. Ya veis que hubo más mujeres faraón aparte de Hatshepsut o Cleopatra VII. Incluso se cree que Nefertiti fue faraón bajo el nombre de Semenejkara.

Según Heródoto, Nitocris fué la esposa de un rey al que dieron muerte unos traidores, quienes ofrecieron el trono a la desconsolada viuda. Ella aceptó y comenzó a preparar en secreto su venganza. Hizo construir una gran sala subterránea, dónde invitó a los asesinos a celebrar un banquete. Durante la celebración, ordenó que se abriera un conducto que inundó el lugar.Los traidores murieron ahogados. Posteriormente se encerró en una cámara de cenizas que le provocaron la asfixia.

En un fragmento de Manetón se dice de ella que reinó doce años y poseía más valor que los hombres de su época y era la más bella de todas las mujeres; era rubia y de mejillas sonrosadas. Se dice que construyó la tercera pirámide.

No tenemos ninguna información arqueológica o literaria coetánea sobre Nitocris, por lo que se ignoran todos los aspectos de su reinado, ascendencia, hechos, duración. Muy pronto la leyenda se encargó de desdibujar su personalidad histórica, identificándola con la cortesana Rhodopis de Naúcratis y haciéndola constructora de la tercera gran pirámide de Gizeh (la correspondiente a Micerinos). Esta confusión tiene una explicación linguística : el cutis rosado de la reina en griego se llama “rhodophis”.


También se relacionó a Nitocris con una perversa Rodopis. Según una leyenda, a la hora del crepúsculo, en la llanura de Gizeh, cuando el sol esta a punto de desaparecer, se pasea en solitario una misteriosa mujer de gran hermosura, que no es otra que el mismísimo fantasma de la Reina Nitocris, el alma de la pirámide encargada de guardar el monumento. La tradición asegura que el hombre que cede a sus encantos enloquece.

martes, 24 de diciembre de 2013

Navidad a la francesa

Hoy disfrutaré de uno de esos clasicazos navideños que hace tiempo que no veo. Creéis que voy a hablar de “Qué bello es vivir” o alguna de esas, pues no, la película que voy a ver es “36.15 code Père Noël” titulada en España “Game Over: Se acabó el juego”.


Esta producción francesa de 1989 cuenta como se enfrenta el pequeño e inocente Thomas a una experiencia traumática. Thomas pertenece a una multimillonaria familia de magnates jugueteros y vive con su madre y su abuelo en una impresionante mansión. A pesar de ser un niño prodigio de la tecnología y extremadamente inteligente, aún conserva la inocencia y cree que Papa Noël es real (una ilusión que su madre ha ayudado a mantener). El día de Nochebuena, Thomas y su abuelo, se quedan solos en la mansión, porque su madre tiene una importante reunión en el trabajo. La madre había estado buscando desesperadamente a alguien que hiciera de Papa Noël en su centro comercial y contrata a un hombre psicológicamente inestable, con tendencias pedófilas (para más INRI) y que había tenido contacto previo con Thomas vía Minitel (luego os explico que era Minitel). Cuando el primer niño se sienta en las rodillas de este psicótico Papa Nöel, la madre observa su espeluznante comportamiento y lo despide. Este, enfurecido, se dirige a la casa de su ex-jefa dispuesto a matar a Thomas, al abuelo y a cualquiera que se pase por delante. El niño tendrá que recurrir a todo su valor y su ingenio para defender su casa, a su abuelo y su propia vida.


Si tenéis amigos o familiares en Francia, probablemente ya conozcáis el Minitel, los que no, os lo cuento: Minitel era una especie de teletexto conectado a la línea telefónica. Se inventó en Francia a finales de los setenta y se empezó a instalar en hogares y oficinas a partir de 1982. Ningún país quiso saber nada de él, sólo lo usaban los franceses, pero lo usaban TODOS los franceses. Si tecleaba 36.15 y luego un nombre o una palabra podías encontrar algo de información, una especie de páginas amarillas, vamos. Con la entrada de Internet su uso comenzó a decrecer, sin embargo aguantó hasta el año pasado.

Pasó injustamente desapercibida en su momento (a pesar de haber ganado unos cuantos premios en varios festivales) y en la actualidad está prácticamente olvidada, pero estoy segura de que la mayoría la visteis de pequeños y os gustó (y seguramente que también pasasteis un poquito de miedo).


Tiene unas buenas actuaciones y una factura de bastante calidad, con momentos de suspense, de tensión, y alguna que otra chorradita que aporta un toque de humor. Pero lo que más me gusta de esta película es su capacidad de transportarme a la infancia. Espero que la disfrutéis como yo.

Os dejo con la canción del final de Bonnie Tyler.

FELIZ NAVIDAD