
Desde que lo descubrí lo he visto infinidad de veces y cada vez me gusta más. Espero que a vosotros lo disfrutéis tanto como yo.
Me pareció una más ¿De verdad hubo gente que creyó que era la gran esperanza del cine de terror?, ¿de verdad hubo gente que pensó que iba a ver algo original?
Esto me lleva a hacer una reflexión: No deberíamos dejarnos influir tanto por lo que opinen los demás, sobre nada en general, aunque ahora mismo me refiero a las películas. Os pongo un ejemplo, hace unos meses conocí a una persona a la que cuando la recomendabas una película, lo primero que hacía era mirar Film Affinity y si allí decían que era buena, la veía, pero si decían que era mala, no. Bueno, está claro que cada uno hace lo quiere, pero esto es como menospreciar tu propia opinión, quiero de decir que puede que en Film Affinity digan que una película es mala, o le den una nota muy baja en IMDB, pero quizás tú la veas y te guste.En resumen, hay gente que se deja influir demasiado por las opiniones de "críticos" listillos que seguramente, en realidad, no tengan ni idea.
Hace años, en el programa de radio “Polvo de Estrellas” un oyente preguntó a Carlos Pumares que cómo se podía saber cuándo una película es buena, su respuesta me gustó y me pareció tan acertada que os la quiero transmitir: Cuando veas una película 100 veces seguidas y no te aburras de ella, esa película será buena, para ti (que al fin y al cabo es quien realmente importa), independientemente delo que opinen los demás.
Me despido con una sugerencia, si de verdad queréis ver buen cine en pantalla grande, id a lo seguro. Este verano en los cines Verdi de Madrid y Barcelona ponen algunas de las mejores películas de la historia, restauradas y en alta definición.
Hoy, mientras miraba a mi madre guardar la compra, hablábamos sobre la muerte de Colombo (Peter Falk, esto no tiene nada que ver, pero quería dejar constancia, porque es algo que nos ha entristecido) y cuando la he visto con el detergente he recordado algo que echo muchísimo de menos. Sí, amigos, os hablo de EL TAMBOR DE DETERGENTE.
Este antiguo envase es uno de esos objetos que pensamos que siempre estará ahí, pero que, poco a poco, casi sin que nos demos cuenta, desaparece de nuestras vidas, y al final acabamos olvidando algo que formaba parte de nuestra rutina, porque ¿quién no ha guardado sus juguetes en los tambores vacíos de detergente?
En ellos guardábamos el Tente, las canicas, los muñequitos de plástico de indios y vaqueros, los cochecitos, los clicks de playmobil… todos nuestros juguetes y algún que otro secreto.
También lo utilizábamos como timbal, cual pequeños perroflautas, cuando jugábamos a Tarzán y nos tocaba ser un negro de alguna tribu africana.
Navegando por internet he encontrado este tambor de Ariel. ¡38 euros del ala que cuesta!
Me despido con esta canción de Alaska y Los Pegamoides que da título a este post:Si ya has visto más cine coreano, conocerás sus particularidades y el ritmo de las películas, en Chawz es igual, el CGI es algo cutre, pero bueno…
Y ahora, lo que llamó mi atención: puede que sea una leyenda urbana, pero aún así resulta inquietante. Por lo visto, desde los años 50, las zonas rurales de Corea vienen sufriendo los ataques de jabalíes anormalmente desarrollados. Pincha AQUI para ver un vídeo de uno de estos ataques.
Las causas pueden ser dos: por un lado el intento de los japoneses de crear razas híbridas, su fracaso y su posterior abandono en los impenetrables bosques coreanos, y por otro el excesivo celo de los amigos de la naturaleza coreana por prohibir su caza.
Por último, la distribuidora MAGNET se ha hecho con los derechos, así que lo más seguro es que próximamente tengamos remake americano.
Esta es la imagén final de la película, ¿no os recuerda esta mirada a la del perro misterioso del capítulo de los Simpson en el que Homer ayuda a Mel Gibson a hacer una película?
Hace unas semanas Juanjo Ramírez Mascaró recomendaba en su BLOG la visita a la ermita de San Antonio de la Florida, así que aprovechando mi cumpleaños, fuimos a verla y luego comimos en Casa Mingo, que está al lado, se come de miedo y no está mal de precio. Ya sabéis, si sois de Madrid, ya tenéis plan y si vivís fuera y tenéis pensado venir a Madrid id a verla que vale la pena, en serio.
Bueno, pero esto no era de lo que quería hablar. La ermita es una maravilla, muy chiquitita, pero cuando entras y ves la obra de Goya te quedas sin aliento. Allí también está enterrado el pintor, bueno, en realidad todo su cuerpo, menos el cráneo.
Cuando fui, había allí un grupo de turistas y una guía les estaba explicando cosas sobre la ermita y cuando llegó a este punto alcé la voz y la pregunté que dónde estaba el cráneo, y me dijo que hay varias teorías pero que no se puede asegurar que ninguna sea cierta.
Goya murió en Francia en 1828, y allí fue enterrado, concretamente en Burdeos, luego lo trasladaron al cementerio de San Isidro, en Madrid en 1880, y finalmente en 1919 lo trasladaron a su lugar de descanso definitivo en San Antonio de la Florida (no me extraña que se perdiera la cabeza con las vueltas que dio el pobre hombre), pero por lo visto, cuando exhumaron el cadáver en Burdeos, la cabeza ya no estaba.
Hay una hipótesis que dice que el mismo Goya quería que su cabeza descansara junto al pie de su amante, la duquesa de Alba.
Otra teoría dice que fue un joven estudiante de medicina español quien violó la tumba y se hizo con la cabeza, para realizar un estudio frenológico (en esa época estos estudios sobre los cráneos de los genios estaban muy de moda). Este joven, de quien no se facilita ni el nombre, habría enviado el cráneo al pintor español Dionisio Fierros, que lo reproduciría en el lienzo que figura en el Museo Provincial de Zaragoza (‘Cráneo de Goya’), para remitirlo posteriormente a unos amigos de Navarra, en manos de cuya familia -acomodada y honorable- se encontraría todavía. Según esta teoría las autoridades españolas estarían al corriente de los hechos, pero que no han querido removerlos, ya que se trataría de una violación de sepultura realizada en tierra extranjera.
También se dice que un hijo del pintor Dionisio Fierros quiso realizar un experimento sobre la fuerza expansiva de los gases y llenó la calavera de garbanzos en remojo que, en pocas horas, acabaron fragmentándola y arruinándola por completo. También pudo usarla como linterna (¿), también dicen que estudiaba medicina y la empleó para practicar, el caso es que el cráneo acabó destruido.
Hace tan solo un par de años se dijo que la cabeza estaba localizada, perfectamente conservada en una urna, y que se estaban realizando estudios de ADN para certificar su autenticidad. Pero ya no se ha vuelto a hablar del asunto.
¿Dónde está el cráneo de Goya? No se sabe, pero atención que no es el único cráneo de genio que ha desaparecido. También se desconoce el paradero del cráneo de Bach, el de Mozart, el de Haydn, el de Beethoven, el de Tomás Moro, el de algunos fragmentos del cráneo de Lincoln, el del dedo de Galileo, el del cerebro de Einstein, etc.
Dicho esto, comienzo. Esta semana ya me han confirmado que LA APOSTASIA EN ESPAÑA NO EXISTE. No es que sea difícil, es que en España hay una ley que hace imposible apostatar.
Cómo ya sabéis hace unos meses inicié mi particular cruzada para apostatar. Si no lo sabíais o no lo recordáis PINCHAD AQUÍ y leeros esto. Venga, que os espero.
¿Ya?, pues continúo. Después de leer la carta de la AEPD (Agencia Española de Protección de Datos) me quedé bloqueada, sin saber qué hacer, así que me puse en contacto con varias organizaciones ateas para que me indicaran que pasos seguir, cuál fue mi sorpresa cuando la contestación que recibí de todas fue la misma: Las leyes en nuestro país no permiten apostatar, en concreto la ley orgánica 15/1999. Se ha recurrido ante el Tribunal Supremo. Habrá que esperar a la sentencia y esperar que nos sea favorable.
“El abominable Dr. Phibes” fue la película número 100 de Vincent Price y con este papel ganó un premio en la IV edición del Festival de Sitges. Una película que os recomiendo por su millón de detalles que, incluso hoy en día, resultan sorprendentes, aunque entiendo que no sea del gusto de todos.
Respecto a “El retorno del Dr. Phibes”, bueno, dicen que las segundas partes suelen ser malillas, y ésta, una vez más, lo confirma. Pero, oye, sale Vincent Price y ya sólo eso hace que valga la pena y además otro gran titán aparece interpretando un pequeño papel: Peter Cushing.
Acabo, sólo quería comentaros que el verdadero rostro del Dr. Phibes me recuerda a Ogon Batto ¿qué no sabéis de que hablo? pues leed ESTO