
Sabine de Pierrefonds fue una escultora medieval. Era hija de Hervé de Pierrefonds, más conocido por su nombre germánico de Erwin de Steinbach, constructor principal de la catedral de Estrasburgo Sabemos que ella esculpió el pórtico de la catedral de Estrasburgo y algunas de las estatuas góticas más notables de la catedral de Notre Dame de París. De su padre aprendió y se constituyó en maestra del gremio de arquitectos y picapedreros y formó a otros aprendices que estuvieron a su cargo. Durante la Edad Media no resultaba rara la presencia de mujeres que accedieron a la maestría en corporaciones de oficio dedicadas a la escultura, la albañilería, la carpintería, etc.
Y todo esto porque hace unos meses leí la novela del profesor de Historia Medieval José Luis del Corral, “El Número de Dios” (que por cierto recomiendo profundamente), donde reivindica que “un tercio de los trabajadores de la catedral de León fueron mujeres”.
El libro del Preboste de París del siglo XIII, detalla los oficios y corporaciones, como la cofradía de las Hilanderas, exclusivamente femeninos y nos da una idea de mujeres autónomas, con casas y talleres a su cargo.
Cómo veis la Edad Media no era tan oscura como creíamos...