martes, 15 de marzo de 2011

Adiós, dios

Durante estos días me han llegado cientos de preguntas (en realidad 3 ó 4) acerca de cómo va el tema de mi apostasía (o como lo llama mi madre: desbautizo).

Lo contaré desde el principio, aunque procuraré no enrollarme mucho:

Lo primero que hice fue ir a la parroquia en la que me bautizaron, para pedir mi partida de bautismo. Al final, no la conseguí. Dos horas discutiendo con el cura, con parábola del hijo pródigo incluida, dos horas, repito, totalmente inútiles. He de añadir que la discusión, que empezó como una conversación educada pero fue subiendo de tono, tuvo lugar en la calle porque, como muchos ya sabéis, voy en silla de ruedas y me era imposible acceder al despacho parroquial, de hecho tampoco puedo entrar en la iglesia, así que aunque quisiera ir a misa y cumplir los sacramentos, no podría.

Escribí al arzobispado, exponiendo mi caso y mi solicitud. Después de unos días recibí la resolución del obispo en la que me decía que, aunque aceptaba mi renuncia a la fe, no iban a quitar mis datos de los registros de la iglesia católica. ¡TÓCATE LOS PIES, CATALINA!

Tras esta contestación, hice una reclamación en la Agencia de Protección de Datos. Estoy esperando la respuesta.

Entiendo que sea difícil darse de baja de una empresa privada, porque para ellos perder un cliente es perder dinero, pero ¿la iglesia? ¿No se supone que ellos están interesados en el mundo espiritual y no en el material? No lo entiendo, mejor dicho, SI lo entiendo, quizá demasiado bien por eso quiero APOSTATAR.



5 comentarios:

Caci dijo...

Demos gracias que los curas no dominan las redes sociales, porque si no fijo que nos iban a joder vivos a spam. Es de vergüenza esto, ni que estuviese la Iglesia por encima de la ley, mucho progresismo por parte de los políticos pero en cosas como estas aún vivimos en la Edad Media.

Moniruki dijo...

Pues si, es una vergüenza que no podamos ejercer con plena libertad nuestros derechos civiles.

Javi dijo...

Que le sumen a la lista de barbaridades que hace la iglesia (sexismo, anclada en el pasado, retrógrada, intolerante, homófoba...) pues a todo eso que le añadan el no permitir que eliminen tus datos de sus listas... Ya lo siento Mónica pero ya sabes; con la Iglesia hemos topado, Sancho.

Saludos!

AkaTsuko dijo...

Me apuesto a que no te dejan apostatar a posta para que el estado no deje de darles de pasta para el pasto para su rebaño.

(y tras este pseudopoema, el comentario serio)

Para mí la iglesia y sus chanchullos son como pueda ser el beibol: ni sé nada ni quiero saber, me aburren, paso completamente de ellos.

Si no me hubieran obligado no habría pasado ni bautismo ni comunión. De lo demás me libré por fortuna.

Suerte con tu lucha.

Insanus dijo...

Suerte con tu apostasía. No es la primera vez que leo casos parecidos al tuyo. Parece imposible salirse, es increíble.